El invierno está por llegar y los deportistas de elite y los aficionados son conscientes de que el frío no es pretexto para dejar de entrenar, pues saben que es posible hacer ejercicio aún con bajas temperaturas y además disfrutarlo. No sólo vestir apropiadamente es suficiente, se necesita algo más: ganas.
Ciudad de México, 11 de diciembre (SinEmbargo/AsMéxico).- Lo primero es tener ganas. Si correr en invierno no fuera bueno, no habría tantas populares programadas, y es que sí, se puede correr en invierno, con frío y nieve incluso, pero hay que estar mínimamente motivado. “Para mí es la mejor manera de afrontar el día con energía y pasar más tiempo al aire libre en una época en la que solemos estar más horas en casa”, nos cuenta Ramiro Matamoros, siete veces ganador de la San Silvestre, y entrenador del Club de Atletismo Clínica Menorca. “Cualquier época del año es buena para correr, lo que hay que hacer es salir y moverse”, asegura Chema Martínez, medallista europeo.
LOS PIES
Para mantener el calor por dentro y por fuera, lo mejor es correr con las mejores zapatillas que tengamos. Si la parte superior es de Gore-Tex, tanto mejor, aunque no tienen por qué ser las más caras, según se desprende de un estudio independiente llevado a cabo por RunRepeat. “En el monte con frio y lluvia o nieve hará falta una zapatilla con más adherencia, más estable, con goma antideslizante para que no te resbales. Pero en asfalto con tierra, barro o lluvia no hace falta una precaución especial. Lo recomendable es tener siempre dos pares de zapatillas, una más estable, con mas peso, que pase de 300 gr, y otras más ligeras, 270 gr, por si algún día queremos hacer un entrenamiento más rápido. Alternándolas además no se acostumbra el pie y variamos el entrenamiento de diferentes músculos. Recuerda cambiarlas cada 600-1000 km”, recomienda Chema Martínez. “Valen unas zapatillas que mantengan el pie caliente y cómodo, pero que no comprometan la flexibilidad a la hora de correr. La suela ha de estar adaptada para evitar resbalones en superficies heladas o mojadas”, opina Matamoros.
En cuanto a los calcetines, lo más importante es que eviten la humedad y mantengan los pies calientes. “No conviene ponerse unos calcetines demasiado gruesos para correr, vale con que transpiren bien, pero que pesen lo menos posible. La tecnología ha evolucionado mucho y con un calcetín térmico normal de correr el pie va caliente, sobre todo en entornos urbanos. Lo importante es evitar fricciones”, explica Martínez. “De un tejido cómodo, flexible y estable para el pie. Los de algodón suelen mojarse en seguida con nuestro propio sudor”, advierte Ramiro Matamoros.
MALLAS HASTA LA RODILLA Y CAMISETA TÉRMICA
Ni mucho menos. Por mucho frío que haga, a los pocos minutos de empezar a correr subirá nuestra temperatura, así que si vamos demasiado abrigados será un problema. Pensemos mejor en llevar capas de tejidos técnicos para absorber el sudor, con cremalleras en el cuello y la zona de las axilas para ventilar el aire a medida que nos vamos calentando.
”Se puede llevar pantalón corto, ahora los tienes de siete pulgadas, hasta la rodilla, que son muy cómodos para entrenar, porque con la malla larga, si llueve, te mojas más y puedes tener más frío. Camiseta térmica y chaqueta es más que suficiente. Si el frío es excesivo quizá un forro polar, guantes y gorro. Cuando llueve, una gorra viene mejor porque la visera hace de paraguas”, aconseja Chema Martínez. Ramiro Matamoros por su parte advierte que “depende de las condiciones climáticas, lo imprescindible es una camiseta térmica larga, un cortavientos o impermeable en caso de lluvias o mucho viento y unas mallas transpirables, cortas o largas, con unas buenas zapatillas. También podemos necesitar un gorro, guantes impermeables o una braga para protegernos el cuello y la boca. No hay que llevar muchas capas, sino las menos posibles, se trata también de correr ligeros. Es preferible llevar poca ropa, pero cómoda y de calidad”.
Eso sí, como ahora los días son más cortos, es probable que la oscuridad se te eche encima, así que nunca viene mal llevar alguna prenda con luminoso o incluso una linterna sobre la gorra o en algún punto del cuerpo que no te dificulte la carrera (existen accesorios con luz en forma de arnés que se colocan en el pecho); no es tanto para ver tú como para que la gente te vea. “Lo ideal seria correr en las horas más cálidas, sobre las 12 de la mañana. Lo contrario que en verano. Pero es un momento complicado para muchos trabajadores”, comenta Ramiro Matamoros.
CALENTAMIENTO OBLIGATORIO ANTES DE CORRER
“Es incluso mas importante cuando corremos en invierno”, cuenta Matamoros, pero podemos incorporarlo en la misma carrera, al principio “empezando por 10 minutos despacito”, aconseja Chema Martínez. Si corremos en grupo, y es necesario esperar unos a otros, conforme vayamos llegando al punto de encuentro empezaremos a trotar, dando unas vueltas o empezando el circuito despacito hasta que se vayan incorporando todos. Nunca esperar parado.
RUNNING CONTRA EL VIENTO
Si puedes elegir, comienza a correr con el viento dándote en la cara y termina con su soplo en la espalda, para que la brisa no te congele el sudor. Y si puedes, en un entrenamiento largo, controlarlo por tiempos sería ideal, 10 minutos de frente cinco minutos en contra, dando la vuelta, y repetir. Si corres en grupo, lo suyo es turnarse para ir a la cabeza y enfrentarse al viento, dejando pasados unos minutos que sea otro el que se encargue de liderar el grupo.
Y VUELTA A LA CALMA, SIN PRISA
“Poco a poco vamos bajando el ritmo hasta caminar y conseguir el reposo. Unos estiramientos y una ducha templada —recomienda Ramiro Matamoros—, no demasiado caliente, tanto en invierno como en verano es una buena manera relajar el cuerpo”. “Ponerse ropa seca, no quedarse con nada mojado”, añade Chema Martínez.
Así que ya sabemos todo lo que hay que hacer para seguir corriendo en invierno y, si lo que nos apetece es apuntarnos a una carrera, Chema Martínez nos anima a “buscar una ciudad en la cual el clima sea bueno, aunque lo importante es que te motive, da igual el tiempo”, y Ramiro Matamoros nos invita a elegir “una ciudad con unas condiciones meteorológicas similares a las del lugar donde solemos entrenar, aunque siempre podemos prepararnos si el lugar es mucho más frío”.